Menos afluencia de estudiantes y público en general que el año anterior, a esta V Feria de Bienvenida de la Universidad de Salamanca. La organización, a cargo del Servicio de Orientación al Universitario, estuvo bien, como siempre (a pesar de su insistencia en poner en el letrero del puesto que nos asignan «Asociación de Estudiantes Tradicionalistas», en vez de Agrupación de Estudiantes Tradicionalistas). Los voluntarios que atendían el puesto de la AET aguantaron estoicamente, de doce del mediodía (de once, en realidad, para montarlo) a seis de la tarde, la música que sonaba por la megafonía, que además de innecesaria (sólo contribuía al ruido ambiente) era todo un repertorio de mal gusto. También aguantaron las imposiciones totalitarias y políticamente correctas, como no poder fumar en un pabellón más que amplio, ni poder echarse al coleto una mala cerveza: el puritanismo gringo y europeísta, que no cesa.
A la decoración del año pasado y al material para repartir, que sustancialmente repetimos (vamos a tener que espabilarnos, pues otras asociaciones pretendidamente universitarias han mejorado mucho eso, a golpe de subvención), añadimos carteles de la nueva campaña «Contra la degradación de la Universidad: ¡Paremos Bolonia! NI «MÁ$T€R€$» NI «GRADO$». Licenciaturas y doctorados». Junto con los dípticos de la AET y con nuestro Manifiesto contra la Declaración de Bolonia, repartimos también copias impresas del artículo «¿Cien años de la mujer en la Universidad?», publicado originalmente en este mismo cuaderno de bitácora. Tuvimos ocasión de entregarle un ejemplar de cada cosa al Rector, que visitó todos los puestos de esta Feria de Bienvenida.
Atentos ahora a las actividades de la AET para este curso, que irán anunciándose aquí.